sábado, 27 de octubre de 2007

A la izquierda.

A la derecha se sentaban los hijos por orden de edad. Era como una extensión natural de tronco, una rama perfecta y fuerte. A la izquierda se sentaba nuestra madre, seguida por mí, Ana y Lula, el benjamín. En cambio la rama izquierda parecía una adición al tronco, una rama débil, corrompida por el amor materno.

QUERO SER O PROFETA DA MINHA PRÓPRIA HISTÓRIA.

Esa noche y significa demasiado. El día en mi vida se fue al diablo. O tempo. El tiempo, en ese momento en que todo se salió de control y estaba la belleza frente a mí. Desde ese día no soy igual y nada puede ser igual. No lo imaginé, ni siquiera pasó por mi mente, pero todo se cayó del cielo. Y eso era imposible.

Hoy casi me mata un carro, y yo no me moví. Fue raro, era casi como que tenía demasiada pereza de salirme del camino, simplemente no quería. Y luego di dos pasos y ya. Vida, dicen.

Eu que nao sabia que o amor requel vigília. Y abracé a mi mamá y me abrazó muy fuerte y no sé. Estrés post traumático.

Esa noche, canciones dijiste y mi mamá te sonrió. Ahora no funciono bien, en ningún sentido. Toda mi vida está desordenada, cómo esperando que me de tiempo y ponga todo en su lugar, todo donde debe ir. Y tengo el tiempo, supongo que no tengo las ganas. Tengo muchas ganas de cerrar los ojos y que se queden así. Pero en verdad no, no tengo ni ganas de cerrarlos, quiero que todo se termine. Así, tomar mi mochila, cual André y salir de mi agua, salir de mi bosque, adoptar mi asilo de dolor y pateticidad, tocar el fondo de una mirada turbia, dejarme ir con todo lo que rechacé... todo lo indigno. Porque ¿para qué seguir rechazándolo? ¿Vale la pena? Si ya perdí (yo, o mis elecciones y decisiones) todo lo bueno que me había reservado.

Que si aguna vez llega a mí el éxtasis sublime de aquel pecado que tanto tiempo podía saborear con los ojos. Tanto tiempo que me castigué. Indigno. Ahora que todo está perdido, ¿porqué no habremos de perdernos en él también? Perdao. Perdido.

No existe el punto de vista. Le dijo el padre.

¿Porqué soy tu enemigo?

¿Hace cuánto que no te hablo? Hoy. ¿De qué sirve el amor en ésta situación?

Éste sentimeinto de represión, se mentiras, secretos... tantas cosas me enturbian la mirada, el alma.

Se nos perdió la bondad, a todos.

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